AL AMIGO PEDRO
Fue un día muy triste ese once de febrero cuando nuestro amigo Pedro fue atropellado por un coche en Ciudad Rodrigo, pero a pesar de la gravedad con que fue trasladado al hospital muchos no perdimos la esperanza de que él saldría adelante.
Pero no fue así, al día siguiente veinticuatro horas después ocurrió lo peor y Pedro nos dejó para siempre, la noticia se difundió rápidamente, también entre todos los que nos encontramos lejos del pueblo y fueron muchas las lagrimas que corrieron por nuestras mejillas por la perdida de un buen amigo y de un hijo del pueblo, porque a pesar de no haber nacido en Bocacara él se consideraba uno mas entre nosotros.
El fue una de las personas que mas hizo por los montes de Bocacara en los últimos años, porque casi desinteresadamente participo en arreglar de más de un millar de pequeños árboles entre encinas alcornoques… que en poco más tres décadas producirán corcho y bellotas para que queden como legado para generaciones venideras. Es por este motivo por lo que todos los miembros de la Asociación Nualde Bocacara queremos con esta modesta carta -que este modesto “escribidór” nunca hubiese querido escribir- rendirle un merecido homenaje al amigo Pedro.
También es un gesto que le honra a él y a su familia la donación de sus órganos para una noble causa, como salvar vidas humanas o para estudios de la ciencia.
Así mismo él quiso que su cuerpo fuera incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas por el monte, -nuestro monte como el decía- por eso, si el cielo existe, seguro que nuestro amigo Pedro estará allí y en un sitio preferente desde donde él pueda ver crecer esos árboles que él con tanto esmero cuidó.
Y para Feli, que sepa que estamos a su entera disposición para ayudarle en todo lo que necesite, ya sabe que aquí nos tiene.
Recibe un abrazo y el más sentido pésame
de todos los socio@s de Nualde…
Gene
Fue un día muy triste ese once de febrero cuando nuestro amigo Pedro fue atropellado por un coche en Ciudad Rodrigo, pero a pesar de la gravedad con que fue trasladado al hospital muchos no perdimos la esperanza de que él saldría adelante.
Pero no fue así, al día siguiente veinticuatro horas después ocurrió lo peor y Pedro nos dejó para siempre, la noticia se difundió rápidamente, también entre todos los que nos encontramos lejos del pueblo y fueron muchas las lagrimas que corrieron por nuestras mejillas por la perdida de un buen amigo y de un hijo del pueblo, porque a pesar de no haber nacido en Bocacara él se consideraba uno mas entre nosotros.
El fue una de las personas que mas hizo por los montes de Bocacara en los últimos años, porque casi desinteresadamente participo en arreglar de más de un millar de pequeños árboles entre encinas alcornoques… que en poco más tres décadas producirán corcho y bellotas para que queden como legado para generaciones venideras. Es por este motivo por lo que todos los miembros de la Asociación Nualde Bocacara queremos con esta modesta carta -que este modesto “escribidór” nunca hubiese querido escribir- rendirle un merecido homenaje al amigo Pedro.
También es un gesto que le honra a él y a su familia la donación de sus órganos para una noble causa, como salvar vidas humanas o para estudios de la ciencia.
Así mismo él quiso que su cuerpo fuera incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas por el monte, -nuestro monte como el decía- por eso, si el cielo existe, seguro que nuestro amigo Pedro estará allí y en un sitio preferente desde donde él pueda ver crecer esos árboles que él con tanto esmero cuidó.
Y para Feli, que sepa que estamos a su entera disposición para ayudarle en todo lo que necesite, ya sabe que aquí nos tiene.
Recibe un abrazo y el más sentido pésame
de todos los socio@s de Nualde…
Gene
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